'Las personas a las que prestamos servicios son, en efecto, financieramente invisibles'
'Las personas a las que prestamos servicios son, en efecto, financieramente inv…
Nací en México y llegué a EE. UU. de niño. Estábamos indocumentados y solo podíamos hacer trabajos ocasionales en el mercado de pulgas local para poder llegar a fin de mes. Durante muchos años, vivimos en las sombras de la sociedad, con miedo de ser capturados, detenidos y deportados. Este miedo permeó todos los aspectos de nuestra vida hasta 1986, cuando el Presidente Ronald Reagan firmó un proyecto de ley de amnistía que otorgaba a los inmigrantes como nosotros un permiso para salir a la luz del día.
Si bien es difícil de imaginar hoy, con solo una plumada del Presidente, la vida de más de 3 millones de personas cambió de la noche a la mañana. Pudimos salir de la sombra que nos cubría, lo que nos permitió desarrollar todo nuestro potencial. En retrospectiva, puedo decir sin dudarlo que toda mi carrera profesional no podría haber sido posible si no fuera por la amnistía.
La visión de Mission Asset Fund (en inglés) —que la seguridad financiera es fundamental para que cada sueño se haga realidad— me conmueve directamente como inmigrante que enfrentó pobreza a una edad temprana. Esta visión ha sido el aspecto central de nuestra misión desde que MAF se fundó en 2007 en San Francisco.
Cuando nos disponíamos a diseñar los servicios de MAF, confrontamos el problema de cómo crear programas que ayuden a las personas a lograr la seguridad financiera cuando muchas no tienen acceso a los productos financieros más básicos, como cuentas de cheques o de ahorros, puntuaciones de crédito o informes de crédito. Además de sueldos bajos e ingresos irregulares, las personas a las que prestamos servicios son, en efecto, financieramente invisibles, lo que hace que sea mucho más difícil salir de la pobreza y tener seguridad financiera.
Sin una puntuación de crédito, nuestros clientes no pueden obtener préstamos para comprar automóviles, capitalizar sus pequeñas empresas, o incluso arrendar un apartamento y conseguir un trabajo. Y aquellos con crédito deficiente son relegados a adquirir productos de alto riesgo y de alto costo, como préstamos de día de pago y sobre el título del automóvil diseñados para atrapar a las personas en un ciclo de deuda.
Resulta que estos problemas no son únicos para los clientes de MAF. La Oficina para la Protección Financiera del Consumidor determinó que el 45% de las personas que viven en comunidades de ingresos bajos son invisibles al crédito, mientras que 63 millones de personas en todo el país no están bancarizadas o reciben una prestación de servicios bancarios insuficiente. El costo de vivir en las sombras financieras es enorme, ya que los consumidores de ingresos bajos terminan gastando casi el 10% de sus ingresos en cargos e intereses para poder utilizar los servicios financieros de alto costo a los que sí tienen acceso.
En 2008, a medida que el país se sumergía en la Gran Recesión y millones de personas perdían empleos y acceso al crédito, recurrimos a la comunidad en busca de soluciones y creamos Lending Circles (Círculos de Préstamos) (en inglés) —un programa culturalmente relevante que se basa en la antigua tradición de unir esfuerzos para que las personas puedan ofrecer y pedir dinero prestado juntas—.
Al trabajar con organizaciones sin fines de lucro en todo el país, el programa Lending Circles de MAF ofrece préstamos sin intereses que permiten establecer buenos antecedentes de crédito, educación financiera y las herramientas para ayudar a las personas a ahorrar dinero, perseguir sus metas financieras y mejorar su bienestar financiero. Al hacer pagos regulares a tiempo a Lending Circles, los miembros pueden establecer un historial de crédito positivo con las tres principales agencias de información crediticia.
Desde su lanzamiento, Lending Circles ha ayudado a más de 13,000 personas a superar las barreras financieras y a mejorar sus vidas financieras. El 90% de los clientes que entran por nuestra puerta sin una puntuación de crédito la establecen al final de su “círculo de préstamos”. En promedio, los participantes de Lending Circles aumentan su puntuación de crédito más de 120 puntos al final del programa, con una puntuación promedio de más de 600 entre los que anteriormente eran invisibles al crédito.
A través de este trabajo, hemos aprendido que la vida financiera de las personas es compleja, especialmente para aquellas con sueldos bajos e ingresos irregulares. Las familias inmigrantes tienen que lidiar con capas adicionales de complejidad. El ambiente político actual y la pandemia de la COVID-19 sin precedentes han creado un tremendo dolor e incertidumbre en la vida financiera de las personas, lo que hace que la supervivencia diaria —y eso sin mencionar la planificación, los ahorros y las inversiones a largo plazo— presente muchos más desafíos. Escuchamos de manera activa a las personas a las que prestamos servicios para comprender su realidad y la complejidad en toda su dimensión, a fin de poder estar atentos y desarrollar soluciones relevantes que ayuden a las familias inmigrantes y de ingresos bajos en todo el país a volverse visibles, activas y exitosas en el sistema financiero convencional.
Y al hacerlo, aceptamos que ningún producto, ninguna institución y ninguna política pueden resolver los complejos problemas que enfrentan las personas en el mercado financiero. En cambio, solo a través de colaboraciones intencionales y asociaciones significativas podemos alcanzar la inclusión financiera. Con el apoyo de una subvención de $650,000 de Wells Fargo Foundation, profundizamos nuestras asociaciones con organizaciones comunitarias que tienen la confianza y la respetabilidad de las personas a las que aspiramos prestarles servicios. En los próximos meses, colaboraremos con organizaciones sin fines de lucro locales para expandir Lending Circles aún más y para ayudar a más personas a asegurar su vida financiera y a hacer que sus sueños se hagan realidad.
Nos unimos en momentos de crisis
En la realidad actual de la COVID-19, nuestro trabajo tiene un mayor sentido de urgencia. Poco después de que se impusieron en marzo las órdenes de quedarse en casa, escuchamos que nuestros clientes se sentían ansiosos acerca de la pérdida de ingresos y por no saber cómo iban a pagar la renta, comprar alimentos y mantenerse al día con sus cuentas mensuales. Nos conmovió su preocupación y actuamos con rapidez para lanzar el Fondo de Respuesta Rápida en colaboración con Wells Fargo y otros líderes filantrópicos. El fondo proporciona asistencia directa en efectivo a trabajadores de sueldos bajos, estudiantes y familias inmigrantes que quedaron excluidos de la ayuda proporcionada por la CARES Act (Ley de Ayuda, Alivio y Seguridad Económica por el Coronavirus). Hasta la fecha, hemos otorgado subvenciones sin restricciones de $500 a más de 25,000 personas para ayudarles a capear el temporal.
En cada paso, contamos con nuestros valores para servirnos de guía, escuchamos de forma activa e intencional a nuestros clientes y centramos las soluciones en torno a sus experiencias y necesidades reales. De cara al futuro, seguiremos contando con nuestros valores y clientes para servirnos de guías. Este año ya ha traído cambios notables para tantas personas, y el panorama inevitablemente cambiará aún más. Nuestro camino a seguir continuará determinándose por los expertos mismos: las personas con las que trabajamos, que conocen su realidad mejor que nadie.
Obtenga más información acerca del Fondo de Respuesta Rápida COVID-19 de Mission Asset Fund y haga una donación para ayudar a que más personas obtengan recursos y alivio de emergencia.